La mentira como premisa

No hay nada más mentiroso que un régimen comunista. El líder, que en un principio atonta a las masas incrédulas cansadas de tanta desidia, les dice al oído lo que quieren oír y le siguen ciegamente, los acólitos màs cercanos poco a poco se encargan de separar cada día al líder del pueblo con alabanzas, cultos y genuflexiones hasta que éste llega a creer que todo lo que hace y dice es lo correcto y además, es ley.

Ocurre entonces que mientras su más cercano círculo de seguidores se enriquece o vive y disfruta de las mejores prebendas, el pueblo cada día es más pobre. La revolución se envilece y con ella el líder. Como no pueden escoder la ineptitud, la corrupción y la ineficiencia, recurren entonces a la mentira descarada. Como saben que si van a una votación democrática limpia, pierden abismalmente, entonces hacen trampas abusadoras y patéticas. Como saben que la economía se hunde irremediablemente al asfixiarla con tantos controles, recurren a los paliativos sociales dándoles mengrugos al pueblo y robándole al final su independencia económica. Como saben que los critican, entonces cierran periódicos , confiscan televisoras,  atacan a los periodistas y crean un gran show comunicacional donde el único que habla y piensa es el líder, pero lo hacen en grande, nacional e internacionalmente llegando hasta el ridículo. Y como se creen que lo están haciendo tan bien, quieren entonces exportar el comunismo metiéndose en los asuntos internos de otros países desetabilizándolos y al final se unen con lo peor de esas sociedades, con asesinos y narcotraficantes. Todo es una gran y enorme mentira.

Se dicen que gobierno por y para el pueblo y fomentan el odio y la división de clases, la xenofobia, crean la división familiar y el éxodo de los ciudadanos de la forma más feroz y abusadora al formar milicias y grupos paramilitares aderezados con redes de espías y delatores, eso, convierten a su país en una sociedad de delatores y eunucos intelectuales que solo repiten y piensan lo que el líder dice y ordena.

Fomentan la vida austera casi espartana de los ciudadanos mientras, los que detentan el poder viven de formas hasta asquerosas por sus excesos, pero admás criticando al capitalismo por eso, siendo los mayores y peores consumistas. No le perdonan a otras sociedades sus libertades, para ellos eso solo es una forma imperialista de oprimir a los más pobres (vaya cinismo). Viven una doble moral al no actuar como predican y obligan a los ciudadnos a ponerse máscaras morales so pena de pasar largos años en prisión.

Señores comunistas: los derechos humanos son eso precisamente, DERECHOS, que nadie puede borrarlos de un plumazo, ni escudándose en ellos crear sus sociedades de cómplices totalmente sezgadas y genuflexas.

Las sociedades comunistas muestran realmente su cara siempre, las nuevas y las viejas, que no es más que la mentira como premisa.